¿Qué collar es más seguro para un gato?

Los gatos son animales curiosos y aventureros que les gusta explorar el mundo que les rodea. Sin embargo, esto también implica algunos riesgos, como perderse, sufrir accidentes o ser atacados por otros animales. Por eso, muchos dueños de gatos optan por ponerles un collar a sus felinos, para identificarlos, localizarlos o protegerlos. Pero, ¿qué collar es mejor para un gato? ¿Cómo elegir el más adecuado y seguro para nuestro amigo peludo? En este artículo, te vamos a dar algunos consejos y recomendaciones para que puedas escoger el collar perfecto para tu gato.

¿Por qué ponerle un collar a tu gato?

Antes de entrar en detalles sobre los tipos de collares que existen y sus características, es importante entender por qué es conveniente ponerle un collar a tu gato. Estas son algunas de las razones principales:

  • Identificación: Un collar puede llevar una placa con el nombre del gato, el teléfono del dueño o alguna otra información relevante. Así, si el gato se pierde o se escapa, será más fácil que alguien lo encuentre y se ponga en contacto con nosotros. También puede servir para demostrar que el gato tiene un dueño y no es un animal callejero o abandonado.
  • Localización: Algunos collares incorporan un dispositivo GPS o un chip RFID que permite rastrear la ubicación del gato en tiempo real. Esto puede ser muy útil si el gato sale mucho al exterior o tiene tendencia a escaparse. De esta forma, podremos saber dónde está nuestro gato en todo momento y recuperarlo si se aleja demasiado o se mete en algún problema.
  • Protección: Otros collares tienen funciones de protección, como repeler pulgas, garrapatas u otros parásitos, emitir sonidos o luces para ahuyentar a posibles depredadores, o tener elementos reflectantes o luminosos para hacer visible al gato en la oscuridad. Estos collares pueden ayudar a prevenir enfermedades o accidentes que puedan poner en peligro la salud o la vida de nuestro gato.

¿Qué tipos de collares hay y cuáles son sus ventajas e inconvenientes?

A la hora de elegir un collar para nuestro gato, debemos tener en cuenta varios factores, como el tamaño, el peso, el material, el diseño, el cierre, la funcionalidad y la comodidad del collar. No todos los collares son iguales ni se adaptan a las necesidades y preferencias de cada gato. Por eso, es importante conocer los diferentes tipos de collares que existen y sus pros y contras. Estos son algunos de los más comunes:

  • Collares de tela o nylon: Son los más habituales y económicos. Se pueden encontrar en diferentes colores, estampados y formas. Son ligeros, flexibles y fáciles de poner y quitar. Sin embargo, también pueden ser los más peligrosos, ya que pueden engancharse con algún objeto o rama y provocar asfixia o lesiones al gato. Para evitar esto, es recomendable que tengan un sistema de seguridad que se abra o se rompa en caso de presión o tensión. También hay que asegurarse de que el collar no esté ni muy apretado ni muy suelto, y de que el gato pueda meter dos dedos entre el collar y el cuello.
  • Collares de cuero o similares: Son más resistentes y duraderos que los de tela o nylon, pero también más pesados y rígidos. Pueden ser más elegantes y estéticos, pero también más caros y difíciles de limpiar. Al igual que los anteriores, deben tener un sistema de seguridad que evite el estrangulamiento o el atrapamiento del gato. Además, hay que tener cuidado con que el material no sea tóxico o alergénico para el gato, y con que no le produzca rozaduras o irritaciones en la piel.
  • Collares elásticos o de goma: Son una alternativa a los de tela o nylon, ya que también son ligeros, flexibles y económicos. Su ventaja es que se estiran y se contraen, lo que permite que el gato pueda liberarse si se queda enganchado con algo. Sin embargo, también pueden ser un riesgo, ya que pueden provocar heridas o infecciones si se enrollan alrededor del cuello o de alguna extremidad del gato. Además, pueden perder elasticidad con el tiempo y dejar de cumplir su función.
  • Collares con cascabel: Son muy populares, ya que permiten saber dónde está el gato por el sonido que emiten. Esto puede ser útil para evitar perderlo de vista o para prevenir que cace pájaros u otros animales. Sin embargo, también pueden ser muy molestos y estresantes para el gato, ya que le impiden moverse con sigilo y le generan un ruido constante. Además, pueden afectar a su audición y a su equilibrio. Por eso, es mejor optar por collares con cascabeles que se puedan quitar o silenciar cuando sea necesario.
  • Collares antiparasitarios: Son collares que contienen sustancias que repelen o eliminan a los parásitos externos, como las pulgas, las garrapatas o los mosquitos. Son muy útiles para prevenir enfermedades transmitidas por estos insectos, como la leucemia felina, la anemia o la babesiosis. Sin embargo, también pueden tener efectos secundarios, como reacciones alérgicas, irritaciones, vómitos o diarreas. Por eso, es importante consultar con el veterinario antes de usarlos y seguir sus indicaciones. Además, hay que tener cuidado con que el gato no se los quite o se los muerda, ya que podrían intoxicarse.
  • Collares con GPS o RFID: Son collares que incorporan un dispositivo de geolocalización, ya sea por satélite (GPS) o por radiofrecuencia (RFID). Estos dispositivos permiten rastrear la posición del gato en tiempo real, mediante una aplicación móvil o un lector especial. Así, podemos saber dónde está nuestro gato en todo momento y recuperarlo si se pierde o se escapa. Estos collares son muy prácticos y eficaces, pero también tienen algunos inconvenientes. Por un lado, son más caros y pesados que los demás, lo que puede incomodar al gato. Por otro lado, dependen de la batería, la cobertura y la compatibilidad del dispositivo, lo que puede limitar su funcionamiento.
Gato collar

¿Cómo acostumbrar a tu gato a llevar un collar?

Una vez que hayamos elegido el collar más adecuado y seguro para nuestro gato, el siguiente paso es acostumbrarlo a llevarlo. Esto puede ser un proceso difícil y lento, ya que muchos gatos no están habituados a llevar nada alrededor del cuello y pueden rechazarlo o intentar quitárselo. Por eso, es importante seguir estos consejos para facilitar la adaptación del gato al collar:

  • Introduce el collar de forma gradual: No le pongas el collar al gato de golpe, sino que ve introduciéndolo poco a poco, para que se familiarice con él. Puedes empezar por dejar el collar cerca de su comida, su cama o su juguete favorito, para que lo asocie con algo positivo. Luego, puedes ponerle el collar unos minutos al día, mientras lo acaricias o le das un premio, para que lo relacione con algo agradable. Después, puedes ir aumentando el tiempo que lleva el collar, hasta que se acostumbre a él.
  • Elige el momento adecuado: No le pongas el collar al gato cuando esté nervioso, asustado o enfadado, ya que puede reaccionar mal y asociarlo con algo negativo. Tampoco se lo pongas cuando esté dormido o relajado, ya que puede despertarse sobresaltado y asustarse. Lo mejor es ponerle el collar cuando esté activo, jugando o comiendo, para que no le preste mucha atención y se distraiga con otra cosa.
  • Respeta el ritmo del gato: No fuerces al gato a llevar el collar si no quiere o si se siente incómodo. Cada gato tiene su propio ritmo y personalidad, y puede tardar más o menos en acostumbrarse al collar. Lo importante es tener paciencia y respeto, y no castigarlo ni regañarlo si se lo quita.

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